Se buscan panistas: el principal partido de oposición en México intenta revertir su pérdida de militantes

El Partido Acción Nacional (PAN), una de las fuerzas políticas con mayor historia en México, enfrenta un panorama complicado. En un país donde más de 100 millones de personas tienen derecho a votar, el padrón de militantes del blanquiazul apenas supera los 319,000 afiliados. Esta cifra es apenas una décima parte de lo que ostenta Morena, el partido en el poder, que presume más de 3 millones de miembros y tiene la ambiciosa meta de alcanzar los 10 millones para 2027. La llamada a «buscar panistas» no es solo una frase, sino un llamado a la acción para revitalizar un partido que busca recuperar su fuerza y relevancia en el escenario político nacional.

Un músculo debilitado

La reducción en el número de militantes no es un fenómeno casual. Diversos analistas políticos señalan que la pérdida de simpatizantes se debe a una combinación de factores. Por un lado, la creciente polarización política ha llevado a muchos a identificarse más fuertemente con las posturas de izquierda o derecha, dejando menos espacio para partidos que tradicionalmente han buscado un equilibrio. Por otro lado, la percepción de cierta desconexión entre la dirigencia del partido y las bases ha generado desánimo en algunos sectores.

«Es como si a un equipo de fútbol le faltaran jugadores clave antes de un partido importante. No se trata solo de tener muchos aficionados que apoyen desde fuera, sino de tener un equipo sólido y cohesionado dentro de la cancha para poder competir», explica Ana Laura Pérez, politóloga y observadora de la vida partidista mexicana.

La cifra de 319,000 militantes, aunque pueda parecer un número considerable, se vuelve pequeña si la comparamos con la vasta población votante de México. Para ponerlo en perspectiva, es como si en una ciudad de un millón de habitantes, solo 3,190 personas estuvieran formalmente inscritas en un partido político.

Morena, el gigante en crecimiento

En contraste, el partido del gobierno, Morena, ha demostrado una capacidad impresionante para movilizar y afiliar a ciudadanos. Su objetivo de 10 millones de militantes para 2027 es una estrategia clara para consolidar su hegemonía y proyectar una imagen de fuerza y apoyo masivo. Este crecimiento se ha basado, en parte, en una narrativa que conecta directamente con sectores populares y en una estructura territorial que ha sabido captar el descontento y la esperanza de amplios segmentos de la población.

La diferencia en las cifras es abismal y plantea un reto mayúsculo para el PAN. No se trata solo de ganar elecciones, sino de tener una estructura interna robusta que permita la participación activa de sus miembros, la generación de cuadros políticos y la defensa de sus ideales.

¿Cómo se busca revertir la tendencia?

Ante este escenario, el PAN ha puesto en marcha diversas estrategias. Entre ellas, destacan los esfuerzos por acercarse a la ciudadanía, escuchar sus demandas y demostrar que sus propuestas tienen un impacto real en la vida cotidiana de las personas. Se están promoviendo campañas de afiliación que buscan no solo sumar números, sino también atraer a perfiles comprometidos con causas específicas, como la defensa del medio ambiente, la educación o la seguridad.

Una iniciativa que ha comenzado a tomar fuerza es la organización de foros y mesas de trabajo donde militantes y simpatizantes pueden expresar sus ideas y participar en la definición de las políticas y estrategias del partido. La intención es clara: crear un espacio de diálogo abierto y constructivo, donde la voz de cada miembro sea valorada.

«Queremos que Acción Nacional vuelva a ser ese partido donde los ciudadanos se sientan representados y que puedan incidir directamente en las decisiones. No se trata de imponer, sino de construir juntos», comenta un miembro activo del partido que prefiere mantener el anonimato.

Además, se está poniendo especial énfasis en la formación política de sus militantes, ofreciendo cursos y talleres para que cuenten con las herramientas necesarias para debatir ideas, analizar la realidad y proponer soluciones efectivas a los problemas del país.

El desafío de la conexión real

El éxito de estas estrategias dependerá, en gran medida, de la capacidad del PAN para generar una conexión genuina con la ciudadanía. La militancia no puede ser vista solo como un requisito para participar en procesos internos, sino como un compromiso activo con los ideales y el proyecto del partido.

La sociedad mexicana hoy busca respuestas concretas a sus necesidades. Propuestas bien fundamentadas sobre cómo mejorar la economía familiar, garantizar la seguridad en las calles, o fortalecer el sistema de salud, son las que resonarán. El PAN tiene el reto de demostrar, con hechos y no solo con palabras, que sus propuestas son la alternativa viable y necesaria para el bienestar de las familias mexicanas.

El camino es largo y complejo, pero la voluntad de revertir la tendencia de pérdida de militantes es un primer paso crucial. El partido de oposición busca reconstruir su fuerza desde la base, invitando a todos aquellos que comparten sus valores a sumarse y a ser parte activa de la construcción de un México diferente.

Con información e imágenes de: elpais.com